Soy un hombre de leyes de 35 años de Barcelona que ha aprendido a convivir con un problema de salud mental. El estudio diario, las clases dirigidas de gimnasio y la meditación se han convertido en mis mejores medicinas naturales.

Me licencié en Derecho por la Universidad Pompeu Fabra. Más tarde, obtuve el Máster Avanzado en Ciencias Jurídicas por la misma universidad. En el marco de este posgrado, participé en el programa Comparative, International, and European Law en la University College Dublin.

Tras haberme formado en otras materias con posterioridad (Derecho Deportivo y Responsabilidad Social Corporativa), he decidido centrarme en el análisis y estudio de la regulación de los mercados financieros. Lo encuentro fascinante debido a su complejidad.

De hecho, mi sueño es doctorarme en un futuro no muy lejano y poder dedicarme a la investigación, asesoramiento y/o docencia sobre esta materia.

Pero, antes, necesitaré encontrar un empleo y no está siendo fácil. Ya llevo más de 100 rechazos, pero no me rendiré.

Hace unos años me recomendaron que no dijera abiertamente que tengo un problema de salud mental porque sería perjudicial para la búsqueda de un trabajo. Desconozco cuál ha sido el impacto de haber revelado esta circunstancia (que no me define, pero sí condiciona) en el mercado laboral, pero tengo claro que no me arrepiento de haberlo hecho público. Volvería a hacer exactamente lo mismo porque gracias a estas pequeñas acciones se combaten los prejuicios y estigmas.

En su día pensaron que no podría seguir con mis estudios debido a mi discapacidad psicosocial (reconocida en un 45%), pero demostré que estaban equivocados. Mi mentalidad es simple: luchar hasta el final.